TANATOLOGÍA
INTERVENCIÓN TANATOLÓGICA EN LAS
ETAPAS DE DESARROLLO PSICOSOCIAL DE ERIKSON
ETAPA 1
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Confianza
frente a desconfianza
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Corresponde: Desde el nacimiento hasta el
primer año.
En ella se establecen las relaciones psicológicas
con la madre, y de estas relaciones surgen las actitudes básicas de confianza
o desconfianza.
Los niños comienzan a desarrollar la capacidad de
confiar en los demás basándose en la consistencia de sus cuidadores
(generalmente las madres y padres). Si la confianza se desarrolla con éxito,
el niño/a gana confianza y seguridad
en el mundo a su alrededor y es capaz de sentirse seguro incluso cuando está
amenazado. No completar con éxito esta etapa puede dar lugar a una
incapacidad para confiar, y por lo tanto, una sensación de miedo por la
inconsistencia del mundo. Puede dar lugar a ansiedad, a inseguridades, y a
una sensación excesiva de desconfianza en el mundo.
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INTERVENCIÓN
TANATOLÓGÍCA EN LA ETAPA 1.
En
esta etapa la intervención es directamente con los padres, por lo general
estadísticamente podríamos decir que es poco probable que los padres soliciten
intervención cuando reciben un diagnóstico, ya que suelen enfocarse únicamente a la parte
médica donde se busca hacer todo lo
posible para que él bebe sobreviva.
Sin
embargo si se requiere intervención desde el diagnostico se trabajaría de la
siguiente manera.
Ya
que en esta etapa se desarrollan las relaciones psicológicas directamente con los
padres y en especial con la madre la
intervención se enfocara de manera
directiva.
Para
él bebé, la muerte no es un concepto
real, los bebés responden frente a las actitudes básicas de los padres, a los
procedimientos dolorosos y alteraciones a su rutina, se debe entonces de tener atención en su cuidado físico y
emocional para que se logre un entorno cómodo.
Se
tiene que mantener en la medida posible una
rutina constante para el niño y las personas que están a su cargo, brindarle
espacios cómodos y cálidos.
Los
padres, en especial la madre debe
proveer cariño y tranquilidad al bebé para que de esta manera
le transmita confianza y seguridad aun en situaciones hostiles que puedan
presentarse.
ETAPA 2
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Autonomía frente
vergüenza y duda
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Corresponde: Entre el primer y el tercer año.
En esta etapa
las relaciones del niño se amplían a ambos padres, dando lugar a la formación
de las estructuras de autonomía y dominio de sí mismo, o de inseguridad y
conformismo, según sea esa la relación con los padres.
Los niños
comienzan a afirmar su independencia, caminando lejos de su madre, escogiendo
con qué juguete jugar, y haciendo elecciones sobre lo que quiere usar para
vestir, lo que desea comer, etc. Si se anima y apoya la independencia
creciente de los niños en esta etapa, se vuelven más confiados y seguros
respecto a su propia capacidad de sobrevivir en el mundo. Si los critican,
controlan excesivamente, o no se les da la oportunidad de afirmarse,
comienzan a sentirse inadecuados en su capacidad de sobrevivir, y pueden
entonces volverse excesivamente dependiente de los demás, carecer de
autoestima, y tener una sensación de vergüenza o dudas acerca de sus propias
capacidades.
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En
esta etapa la intervención sigue siendo directamente con los padres.
Para
el niño de esta edad la muerte sigue sin tener un significado real, el niño no
comprende aun la relación entre la vida y la muerte, la seguridad que adquiera
será según la relación de sus padres e
incluso de familiares o personas muy cercanas a él.
Los
niños de esta edad reaccionan frente a la ansiedad y las emisiones de quienes
lo rodean, si las personas manifiestan enojo, miedo, angustia, los niños
intuyen estas emociones y manifiestan preocupación o miedo.
Por
lo tanto es importante que los padres estén conscientes de que sus emociones
pueden ayudar o alterar al niño.
El
trato hacia el niño debe de ser, cálido, cariñoso, de apoyo y tranquilidad,
para poder proveerlo de seguridad y evitar así miedo y ansiedad en él.
Así
mismo mantener un espacio agradable y cómodo, tener a la mano sus juguetes
favoritos y cosas que sean de su agrado.
Decorar
la habitación del hospital (en caso de estar hospitalizado) como él lo
prefiera, con el fin de que se sienta más seguro y confortable.
ETAPA 3
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Iniciativa frente a
culpa
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Corresponde: Alrededor de los tres años y
hasta los siete.
Las relaciones del niño se amplían hasta la denominada familia básica.
En esta etapa se fomenta la iniciativa o los sentimientos de culpabilidad.
Posee una autonomía espontánea y deliberada.
Los niños
se imponen o hacen valer con más frecuencia. Comienzan a planear actividades,
inventan juegos, e inician actividades con otras personas. Si se les da la
oportunidad, los niños desarrollan una sensación de iniciativa, y se sienten
seguros de su capacidad para dirigir a otras personas y tomar decisiones.
Inversamente, si esta tendencia se ve frustrada con la crítica o el control,
los niños desarrollan un sentido de culpabilidad. Pueden sentirse como un
fastidio para los demás y por lo tanto, seguirán siendo seguidores, con falta
de iniciativa.
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INERVENCIÓN ETAPA 3
La
intervención en esta etapa es con el niño y los padres.
Algunos
niños, sobre todo los de preescolar pueden tener nociones de la muerte, en esta
edad se percibe a la muerte como temporal, como en las historietas o los
dibujos animados.
La
experiencia con la muerte con la que cuentan está influenciada por aquellos que
los rodean.
El
niño puede sentir que sus pensamientos o acciones han provocado la muerte y, o
la tristeza de quienes lo rodean, experimentando sentimientos de culpa o
vergüenza, por lo tanto el papel de los padres es fundamental.
Los
padres deben de tener presente que todas sus acciones tendrán un impacto en el
niño, por esta razón los padres deben brindarle, seguridad, afecto y
cariño, estimulando que se sienta
seguro.
Es
importante para el niño no sentirse raro y diferente de otros niños al grado de
saberse aislado, por lo tanto se recomienda que participe en la medida de sus
posibilidades en actividades adecuadas
para su edad como juegos infantiles, e incluso
asistir a una fiesta ( en dado caso organizarle una, aunque sea en la
sala de hospital).
Explicarle
todos los procedimientos que se le
realizaran, si serán dolorosos o no,
brindándole seguridad y apoyo; darle información
honesta y clara sobre su estado de salud y su probable proceso de agonía, dejándole
claro que nada de lo que sucede es provocado por el, que los médicos y las
enfermeras no siempre pueden evitar la muerte y, además, asegurarle que los
malos pensamientos no pueden causar la muerte y que él no ha hecho nada malo
para provocar la muerte o la enfermedad.
Brindarle
en la medida posible un espacio cómodo
y cálido, decorar la habitación del
hospital (en caso de estar hospitalizado) como él lo prefiera esto con el
fin de que se sienta más seguro y confortable.
Contar
historias o cuentos relacionados a la muerte y explicar en base a las creencias de cada familia, que
es lo que sucede después de la muerte, esto con el fin de tranquiliza al niño
afirmándole que no estará solo en el momento de la muerte. Los padres, los
miembros de la de la familia o algún representante
de religioso pueden desempeñar un papel
importante al momento de explicarle el concepto de muerte a un niño.
Escuchar
al niño; dejar que este pueda hablar
acerca de sus temores, alegrías y enojos sin que se le reprima.
Trabajar
con la identificación se sus emociones por medio de técnicas previamente
planeadas en base a su edad y recursos.
Mantener
una comunicación constante con el niño de todo lo que acontece en su entorno,
manejar sus dudas y fantasías.
Motivar
al niño a dibujar, escribir cuentos, narrar historias, jugar con títeres,
escribir un diario, etc., fomentar la expresión simbólica de lo que está
viviendo.
Trabaja
con el niño para que elabore una carta para sus seres queridos, en donde
les pueda decir su sentir y su pensar.
Realizar
su testamento para asignar quien se quedará con sus juguetes, su ropa, y sus
demás pertenencias, que incluso pueden ser simbólicas como el rincón del jardín, la casita en el árbol
etc…
INTERVENCIÓN
CON LOS PADRES:
En las
etapas 1 ,2 y 3
La
intervención es de manera directiva con los padres.
Se
mantiene un acompañamiento con los padres durante el proceso de muerte del bebé
o niño.
Establecer
redes de apoyo.
Facilitar
a los padres a identificar y expresar sus emociones frente al proceso de muerte de
su hijo.
Se
les hace comprender que los niños, a diferencia de los adultos, no están tan
apegados a cosas de la vida, a bienes y a las mismas personas, por lo que para
ellos, desprenderse de la vida no es una tarea tan difícil como lo es para los
adultos.
Hacer
consiente a los padres que si quieren brindar una ayuda de calidad a su hijo deben
entender que el niño no tiene un concepto de muerte, para evitar que sus
propios apegos al niño y a lo que le representa (el futuro, la vida misma,
etc.) no obstaculicen el proceso de despedida del niño ya que este es sensibles a los sentimientos que los
rodean y pude interpretar que con su muerte está
lastimando a
sus padres, ocasionando dificultades para dejarse morir o para despedirse.
(En
caso de la etapa 2 y 3) Ayudar a
que acepten los sentimientos de
sus hijos y no forzar la comunicación.
El
niño agonizante necesita tener la certeza de que no morirá solo y de que no
será olvidado. Esta necesidad humana básica aparece muy pronto, pero es difícil
de expresar.
Sus padres y seres queridos deben asegurarle
que, cuando llegue el momento, ellos permanecerán junto a su cama, deben
tomarse todas las medidas necesarias para que sea posible abrazar o tocar al
niño cuando muera. La presencia de las personas más cercanas beneficia tanto al
niño como a quienes se encargan de su cuidado.
ETAPA 4
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Industriosidad frente a inferioridad
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Corresponde: Desde los seis años hasta la pubertad.
El ámbito de las relaciones interpersonales del
niño se amplía en la escuela y en la vecindad. Surgen en él las ideas de
competición y de cooperación con los demás, así como los sentimientos de
superioridad o inferioridad.
Los niños comienzan a desarrollar una sensación de
orgullo en sus logros. Inician proyectos, los siguen hasta terminarlos, y se
sienten bien por lo que han alcanzado. Durante este tiempo, los profesores
desempeñan un papel creciente en el desarrollo del niño.
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Los
niños en edad escolar desarrollan un entendimiento más realista de la muerte,
en el sentido de que se trata de algo irreversible y definitivo.
En
esta eta etapa al ampliarse sus
relaciones interpersonales y tener un
entendimiento mayor de la muerte pueden manifestar curiosidad sobre el proceso
físico de la muerte, así como incertidumbre, miedo a lo desconocido y miedo a
la separación de su familia y amigos, provocando esto ansiedad y miedos
relacionados con la muerte.
En
esta etapa se le deben responder todas las dudas que el niño o pre adolescente tengan.
Explicar
todos los procedimientos que se le realizaran, si serán dolorosos o no, brindándole seguridad y apoyo, darle información honesta y clara sobre su estado
de salud y su probable proceso de agonía.
En
caso de los niños contar historias o cuentos relacionados a la muerte y
explicar en base a las creencias de cada
familia, que es lo que sucede después de la muerte, esto con el fin de
tranquiliza al niño afirmándole que no estará solo en el momento de la muerte.
Escuchar
al niño o pre - adolescente, dejar que
este pueda hablar acerca de sus temores, alegrías y enojos sin que se le
reprima.
Mantener un espacio agradable y cómodo donde se sienta
seguro y confortable.
Trabajar
con la identificación se sus emociones por medio de técnicas previamente
planeadas en base a su edad y recursos.
Mantener
una comunicación constante con el niño y pre-adolescente de todo lo que
acontece en su entorno, manejar sus
dudas y fantasías.
Motivarlo
a dibujar, escribir cuentos, narrar historias, jugar con títeres, escribir un
diario, etc., fomentar la expresión simbólica de lo que está viviendo, así como
orientarlo para que elabore una carta
para sus seres queridos, en donde les pueda decir su sentir y su pensar. Realizar
su testamento para asignar quien se quedará con sus juguetes, su ropa, y sus
demás pertenencias, que incluso pueden ser simbólicas.
Estimular
a que participen en programas que le brinden soporte emocional, atendiendo su
necesidad de estimulación y desarrollo que le permitan insertarse en
actividades en las que, en la medida de lo posible, pueda interactuar
socialmente con sus pares, familia, y adultos que le rodean.
ETAPA 5
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Identidad frente a confusión de papeles
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Corresponde: durante la adolescencia.
La transición
de la niñez a la edad adulta es sumamente importante. Los niños se están
volviendo más independientes, y comienzan a mirar el futuro en términos de
carrera, relaciones, familias, vivienda, etc. Durante este período, exploran
las posibilidades y comienzan a formar su propia identidad basándose en el
resultado de sus exploraciones. Este sentido de quiénes son puede verse
obstaculizado, lo que da lugar a una sensación de confusión sobre sí mismos y
su papel en el mundo.
Las pandillas
y los líderes influyen notablemente en la consolidación de la propia
identidad personal de este periodo. Se buscan ídolos a los cuales imitar, y
como consecuencia de esta imitación, se producen en el adolescente
sentimientos de integración o de marginación.
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Mantener
un acompañamiento durante su proceso de muerte, buscando siempre la mejora de
la calidad del paciente crónico y terminal.
El
adolescente comprende que el concepto de la muerte es permanente, universal e
inevitable.
Las
actitudes negativas y desafiantes pueden cambiar de repente la personalidad de
un adolescente que se enfrenta a la muerte. Puede sentir no sólo que ya no
pertenece o no encaja con sus amigos, sino que tampoco puede comunicarse con
sus padres.
En
esta etapa se debe brindar información
honesta y clara sobre su estado de salud y su probable proceso de agonía.
Trabajar
con la identificación se sus emociones por medio de técnicas previamente
planeadas en base a su edad y recursos.
Mantener
una comunicación constante de todo lo que acontece en su entorno, fomentar la expresión simbólica de lo que
está viviendo, ya sea por medio de pintura, escribir, llevar un diario, etc., así como orientarlo para que elabore una carta para sus seres queridos, en donde
les pueda decir su sentir y su pensar.
Inventario
de vida.
Realizar su testamento.
Estimular
a que participe en programas que le brinden soporte emocional.
Propinar
un clima donde la elaboración del duelo se realice al tiempo y al ritmo del
paciente,
Dar
apoyo continuo, siempre y cuando el paciente así lo solicite, tomando en cuenta
no forzar la comunicación.
Examinar
defensas y estilo de afrontamiento, facilitar el examen de sus defensas y la
forma en la que afronta su proceso.
INTERVENCIÓN
CON LOS PADRES:
Establecer
redes de apoyo con los familiares y amigos.
Hacerle saber
que su hijo adolescente está pasando por conflictos propios de su edad, formando su personalidad e
identidad y de igual manera se está enfrentando al conflicto de su propia muerte y es posible que en esta etapa su actitud
sea muy hostil hacia ellos.
Pedir
que establezcan limites a los actos y sentimientos de su hijo, sentimientos que le harán sentir
que alguien le cuida y se interesa por él, por lo tanto es importante que como padres no
dejen de cumplir esta función por más que la culpa o el sufrimiento les
inclinen a cumplir todos los caprichos de su hijo, pues de hacer así, el adolescente
podría sentirse fuera de control.
Mediar
situaciones y conflictos entre el adolescente y sus padres.
ETAPA 6
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Intimidad frente a aislamiento
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Corresponde: La adultez temprana, primera juventud
aproximadamente desde los 20 a los 25 años.
Este es un período crítico de la relación social,
ya que para él se pasa a un nivel más diferenciado, donde el amor y la
amistad, la solidaridad y el aislamiento se manifiestan según el grado de
madurez alcanzado. En este periodo se busca la relación íntima con la pareja,
con la que se busca la propia identidad, y se desarrolla la capacidad de
amar.
Las personas comenzamos a relacionarnos más
íntimamente con los demás. Exploramos las relaciones que conducen hacia
compromisos más largos con alguien que no es un miembro de la familia.
Completar con acierto esta etapa puede conducir a relaciones satisfactorias y
aportar una sensación de compromiso, seguridad, y preocupación por el otro
dentro de una relación.
Se atribuye
dos virtudes importantes a la persona que se ha enfrentado con éxito al
problema de la intimidad: afiliación (formación de amistades) y amor (interés
profundo en otra persona). Evitar la intimidad, temiendo el compromiso y las
relaciones, puede conducir al aislamiento, a la soledad, y a veces a la
depresión.
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ETAPA 7
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Generatividad
frente a estancamiento
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Corresponde: Juventud y primera madurez, durante
la edad adulta media, en una etapa que dura desde los 25 hasta los 60 años
aproximadamente.
El trabajo y la familia son los puntos cruciales
de esta etapa, en la cual se forman comportamientos de producción y de
protección hacia la familia, desembocando en actitudes altruistas o por el
contrario en actitudes egocéntricas.
Establecemos nuestras carreras, establecemos una
relación, comenzamos nuestras propias familias y desarrollamos una sensación
de ser parte de algo más amplio. Aportamos algo a la sociedad al criar a
nuestros hijos, ser productivos en el trabajo, y participar en las actividades
y organización de la comunidad. Si no alcanzamos estos objetivos, nos
quedamos estancados y con la sensación de no ser productivos.
No alcanzar satisfactoriamente la etapa de
generatividad da lugar a un empobrecimiento personal. El individuo puede
sentir que la vida es monótona y vacía, que simplemente transcurre el tiempo
y envejece sin cumplir sus expectativas. Son personas que han fracasado en
las habilidades personales para hacer de la vida un flujo siempre creativo de
experiencia y se sienten apáticos y cansados.
Las personas generativas encuentran significado en
el empleo de sus conocimientos y habilidades para su propio bien y el de los
demás; por lo general, les gusta su trabajo y lo hacen bien.
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ETAPA 8
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Integridad
del yo frente a desesperación
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Corresponde: Adultez (o al final de la madurez)
Al sentir al hombre agotar sus propias posibilidades vitales, éste
adopta una postura de integridad personal y autorrealización; o bien por el
contrario, una postura de insensatez, desesperación o deshonestidad. Con
estas posturas se cierra el ciclo del proceso psicosocial del hombre.
Mientras envejecemos y nos jubilamos, tendemos a
disminuir nuestra productividad, y exploramos la vida como personas
jubiladas. Durante este periodo contemplamos nuestros logros y podemos
desarrollar integridad si consideramos que hemos llevado una vida acertada.
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La
muerte nos alcanza a todos. Sin embargo, el orden natural supone que se
produzca al final del ciclo completo, pero no siempre es así, la edad es un
factor importante de cómo se atravesara el duelo.
Dentro
de la etapa 6 y 7 los jóvenes y los adultos empiezan a desarrollar esa
sensación de ser parte de algo, ser activos en la sociedad. De acuerdo a
la terminación de cada una de estas
etapas influirá en la manera en como desarrollara su proceso de duelo.
Dentro
de la etapa 8 Los ancianos suelen estar menos ansiosos que los jóvenes con
respecto a la muerte; los amigos y los seres queridos se pierden; las acciones
significativas de la vida son menores; los problemas se sienten abrumadores y
son inexplicables; algunos se sienten cansados de la vida y se ven inundados de
tristeza.
La
tarea de las personas de la tercera edad es reorganizar su vida, sus
pensamientos; aceptar su realidad; ver la realidad con placer; saber vivir el
presente cada día; una vida estable y satisfactoria es la manera más tranquila
de ver la muerte.
INTERVECIÓN EN
LAS ETAPAS 6, 7 Y 8
Mantener
un acompañamiento durante su proceso de muerte, buscando siempre la mejora de
la calidad del paciente crónico y terminal.
Propinar
un clima donde la elaboración del duelo se realice al tiempo y al ritmo del
paciente, recordando que es el paciente quien está elaborando el duelo.
Dar
apoyo continuo, siempre y cuando el paciente así lo solicite, tomando en cuenta
no forzar la comunicación.
Examinar
defensas y estilo de afrontamiento, facilitar al paciente el examen de sus
defensas y la forma en la que afronta su proceso.
Trabajar
con la identificación se sus emociones, apoyar, escuchar y permitir la catarsis
y la demostración de emociones por medio de técnicas previamente planeadas en
base a su edad y recursos.
Mantener
una comunicación constante de todo lo que acontece en su entorno, fomentar la expresión simbólica de lo que
está viviendo.Promover a la elaboración de un testamento.
Hacerle saber los derechos que tiene como enfermo terminal.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), Existen una serie de derechos de los pacientes terminales:
*Vivir hasta un máximo potencial físico, emocional, psicológico, espiritual, social y ocupacional.
*Tener derecho a vivir en forma independiente y en estado de alerta.
*
Expresar sus emociones y sentimientos en todo momento (autonomía).
*
Tener derecho a aliviar sus sufrimientos físicos, emocionales, espirituales y
sociales.
*Conocer
todo lo concerniente a su enfermedad, su estado de salud, el diagnóstico y su
pronóstico.
*Poder ser atendido por profesionales sensibles a sus necesidades y temores, competentes en su campo y seguros de lo que hacen.
*Poder ser el eje principal de las decisiones que incumban a sus cuidados relacionados con la etapa final de su vida.
* Tener derecho a que no se prolongue el sufrimiento por tiempo indefinido, ni se apliquen medidas extremas y heroicas para sostener sus funciones vitales.
*
Tener derecho a no morir solo.
*
Morir sin dolor, con dignidad y apaciblemente dentro de lo posible.
Inventario de vida.
Asuntos pendientes.
Ayudar a bien morir.
FAMILIARES Y AMIGOS
Establecer
redes de apoyo con los familiares y amigos.Facilitar a los sobrevivientes a identificar, comprender y expresar sus emociones, para que de esta forma puedan aceptarlos y encontrar cauces apropiados de canalización e integración.
Aceptar
la realidad de la pérdida.
Apoyar
a que los sobrevivientes de adapten a la
nueva existencia sin el ser querido; La
reubicación del sistema debe de considerar los roles que realizaba la persona
que murió y quien o quienes irán cubriendo esos papeles, de igual forma sucede
con las relaciones.Mediar situaciones y conflictos entre el paciente y sus familiares.
Invertir la energía emotiva en nuevas relaciones.